El PRP se extrae de la sangre del propio paciente y se debe utilizar en media hora. Las plaquetas de la sangre contienen los factores de crecimiento que son proteínas y enzimas que ayudan a regenerar tejidos del cuerpo, como hueso, tendón, ligamentos, cartílago.

Se extrae sangre del paciente. Se centrifugada en tubos especiales y seguros, aislando el PRP y se mezcla con una activador. Listo para inyectar.

El PRP puede aplicarse en la lesión indicada, desgarro muscular, tendinitis, osteoartrosis de rodilla, cadera, fracturas, etc.